DIA MUNDIAL DEL URBANISMO

EI 8 de noviembre de cada año se celebra una fiesta de confraternidad universal, el Día Mundial del Urbanismo. En esta jornada, en todas las latitudes y a lo ancho del mundo, los hombres y mujeres de buena voluntad que abrazan la causa del Urbanismo, se reúnen en comunidad espiritual, fuera del marco estrictamente técnico, con todas aquellas personas que desean para la humanidad mejores condiciones para la realización de sus actividades cotidianas en lo que constituye la síntesis del marco armónico de la geografía voluntaria: la ciudad.

El ciudadano del mundo urbanista Carlos María della Paolera, que tuvo en 1934 la feliz idea de crear el símbolo del Urbanismo, oro azul y verde por el sol, el aire y la vegetación, tres lustros más tarde lanzó a los cuatro vientos la iniciativa de elegir un día del año, "uno que en ambos hemisferios corresponda a una época de plena actividad profesional y de temperaturas medias", para realizar una celebración de solidaridad entre todos aquellos empeñados en el humanitario propósito de “organizar bien para vivir mejor". Un planteamiento tan noble tuvo rápidamente una amplia acogida. Ahora, este acontecimiento anual se celebra en todos los confines del mundo, cumpliéndose así los más caros deseos de su autor y del ejército de urbanistas y de sus colaboradores que luchan pacíficamente por el bienestar de la humanidad.

Dejar a las generaciones venideras los cauces y los instrumentos para un buen desarrollo urbano no es solo un sueño de idealistas, es una necesidad imperiosa. Construyendo bien las ciudades se preserva la paz y el bienestar, al crearse los medios para el entendimiento entre los ciudadanos, en un estilo de vida donde cada actividad tiene su lugar adecuado; donde la vivienda, los servicios urbanos y el equipamiento comunitario, puedan satisfacer los requerimientos de la población, en un cuadro pleno y armonioso para la vida cotidiana de toda la comunidad, de cada familia y de cada individuo. Visto así, el Urbanismo tiene una profunda y amplia importancia, reconocida en una celebración que corresponde a toda la humanidad, desde que fue el primer evento de amplitud mundial que se tiene sobre una técnica y su campo de acción.