CONAN EL BÁRBARO

Conan el Bárbaro en la realidad

El personaje de ficción ahora conocido como Conan el Bárbaro —también llamado Conan el Cimmerio o Conan de Cimmeria—, se debe al escritor Robert E. Howard (1906-1936), que lo denominó únicamente Conan; el apelativo “el Bárbaro” fue añadido recién en la década de 1970 por una editora de revistas de historietas. Aparte de los libros y las revistas de historietas, con el advenimiento de más medios de comunicación, esa figura icónica del imaginario de espada y magia, se ha difundido en múltiples adaptaciones por el cine, la televisión, los videojuegos, los juegos de mesa y por correo electrónico, entre otras formas de divulgación y entretenimiento.

Por obra de Howard, en 1931, en un relato corto, "La gente de la oscuridad", apareció Conan como un guerrero que vivió en un tiempo remoto e ilusorio, en lo que los estudiosos del tema creen que fue el esbozo de su obra Cimmeria publicada en 1932, admitida como la raíz del Conan como se lo conoce en la actualidad, en lo que hizo Howard y después sus innumerables seguidores, entre escritores y dibujantes, para dar continuidad a las aventuras de ese personaje. Pero, en lo que se ha comentado sobre las características de esa fantasía, no se aclara que su protagonista está inspirado en uno histórico: Conn, nacido en 165 d.C., que fue evocado desde la antigüedad como Conan El Bárbaro, de las Cien Batallas, de la estirpe de Breogán y como uno de los últimos legendarios Altos Reyes de Irlanda.

Breogán, llegado de la península Ibérica, fue el primero de los Míl Espáine, conquistó Irlanda y sus descendientes, los “hijos de Míl”, representarían a los celtas goidélicos. Aunque el extenso árbol genealógico de Breogán se considera en parte mitológico, y no se conoce con certeza en qué punto comienza a referirse a individuos que hayan realmente existido, por la ubicación de Conan al final de una de las líneas más prolongadas e importantes de descendencia, ya en nuestra era, hay la certidumbre de que éste existió en la realidad. En relación con su remoto ancestro: en un mapa genético de habitantes de Irlanda e Inglaterra se demostró la vinculación de su población actual con antepasados provenientes de la Galicia celta.

Aunque no se ha difundido que Howard haya tomado el nombre del Conan histórico para el personaje que le dio fama, es imposible que se pueda ignorar la amplia coincidencia entre ambas personalidades, una histórica y otra imaginaria, aparte de la notable igualdad de apelativos, por diferentes detalles de lugares, situaciones y personas. Quien puso el sobrenombre de “el Bárbaro” al sujeto de la ficción lo único que hizo fue develar el origen de la inspiración del mismo, confirmando todo su contexto cultural y geográfico.

Conn, Conan el Bárbaro, de las Cien Batallas, en la Irlanda pagana de los albores del cristianismo, erigió un gran muro que iba de la costa oeste (Galway) a la costa este (Dublin), dividiendo a esa isla en dos partes casi iguales. Después de un cruento combate llegó a ser rey de la mitad norte de Irlanda y, posteriormente, al derrotar a las huestes del rey de la parte sur llegó a proclamarse Ard Ri; es decir, rey supremo de Irlanda.

Carlos Calvimontes Rojas                        

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